martes, 18 de enero de 2011

Por una Europa más unida

Europa vuelve al ojo del huracán, a pesar del relativo éxito de las recientes subastas de bonos de España y Portugal. Los problemas de financiación que los estados periféricos (España, Portugal, Grecia e Irlanda) están sufriendo ponen en jaque la situación del Euro y de Europa.

El intento de consenso se frustra cada vez que los países proponen lo que a ellos les viene bien olvidándose del resto de países. Básicamente, los países periféricos quieren la creación de un "bono azul", o Eurobono. Este bono les permitiría financiarse de forma más barata. Por el contrario, países como Alemania saldrían perjudicados ya que ellos no encuentran problemas de financiación. Alemania no quiere pagar los excesos de sus vecinos, cosa lógica si tenemos en cuenta que podría frenar la recuperación que ellos están consiguiendo a través de políticas económicas responsables.

Mi colega y amigo José Manuel García-Margallo, vicepresidente de la comisión de asuntos económicos del Parlamento Europeo hizo el otro día una propuesta muy interesante. La ilustraré brevemente:

El 60% de la deuda de los países estaría emitida a través de bonos azules o bonos europeos, garantizados por la UE. De esta forma, todos los países podrían financiar un 60% de su deuda a un tipo de interés bajo. El resto de la deuda sería cubierta por emisiones del país que no cumple lo acordado en los criterios de convergencia para los países con el Euro. Esta deuda sería emitida con “bonos rojos”, que obtendrían más dificultades de financiación y vendrían a ser los bonos que hoy en día emiten los diferentes países.

¿Qué conseguiríamos con este nuevo método de financiación?

1. Un acercamiento y un posicionamiento medio entre las diferentes visiones. Alemania no tendría que ceder tanto. Y confiamos en que la generosidad con sus vecinos ayudaría mucho a los países del Euro.
2. Sería una manera sutil de reforzar la gobernanza económica en Europa
3. Serviría de incentivo a los países a reducir sus déficits y a comportarse responsablemente.
4. Reduciríamos los costes de financiación parte de la deuda de los países periféricos, lo que contribuiría a solucionar el problema que acecha a la unión monetaria.

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