viernes, 12 de febrero de 2010

España desde el exterior

Hace unos años, hasta el año 2004 aproximadamente, los medios de comunicación europeos alababan la política económica que aplicaba España. Se hablaba entonces del auténtico milagro español, coincidiendo con la época de los anteriores gobiernos del Partido Popular. Recordaremos todos cómo periódicos de tanto renombre a nivel mundial como el “Financial Times” elogiaban a las empresas españolas que tradicionalmente habían tenido un papel relevante en Latinoamerica, y que entonces empezaban a tenerlo también en el viejo continente.

A título de ejemplo, por aquel entonces, la principal empresa de móviles británica “O2” pertenecía a la compañía española “Telefonica”. Por primera vez, un banco inglés, “Abbey”, era adquirido por un banco extranjero, y ese banco era precisamente un banco español, el “Santander”. Los principales aeropuertos británicos, incluido el famoso aeropuerto de “Heathrow”, era gestionado por una empresa española, y esa empresa no era otra sino “Ferrovial”.

Hoy, la situación es radicalmente distinta, por desgracia para España y para los españoles. Los españoles deben saber, debemos saber, que se habla de nosotros como un país miembro más del club que está a la cola de la recuperación europea, y al que despectivamente le han denominado “PIGS” (“cerdos”, en inglés), que lo componen: Portugal, Irlanda, Grecia y España (“Spain”).

El mismo medio del que antes hablábamos, “Financial Times”, califica ahora la presidencia de Rodríguez Zapatero de la Unión Europea de “anodina”. Igualmente, el prestigioso semanario británico, “The Economist”, escribe que “En la UE se toma a risa que Zapatero vaya a asesorar a Europa sobre la Economía”. Hay otro periódico, el “The New York Times”, que denuncia que la tasa de paro de España de los jóvenes de entre 16 y 24 años es del 42%, precisamente el doble que la de nuestros homólogos europeos. También periódicos alemanes, como el “Handelsblatt”, o el “Financial Times Deutschland” y el “Frankfurter Allgemeine Zeitung” sacan conclusiones parecidas a las mencionadas.

Pero el problema no acaba ahí, las críticas a las políticas económicas que aplica el gobierno español, con Rodríguez Zapatero a la cabeza, han “cruzado el charco” y no con poca ironía. El periódico estadounidense “The Wall Street Journal” tituló hace poco un editorial de la siguiente forma: “Legislando la prosperidad”. El artículo ya arrancaba con duras palabras. “España ha llegado con una ingeniosa solución para el deterioro económico, hacerlo ilegal”. Esta frase se refiere a la propuesta propuesta por el presidente español de penalizar a los países que incumplan las previsiones de crecimiento incluidas en la Estrategia 2020 y que ya ha desatado el malestar de países como Alemania.

La verdad que últimamente uno lee la prensa internacional cuando se refiere a España con cierto sonrojo, con tristeza y también, con bastante vergüenza. Difícilmente un país puede liderar una recuperación económica cuando es el último en salir de la crisis. Está claro que hay que hacer algo, que no nos merecemos lo que está ocurriendo, y que se pueden hacer bastante mejor las cosas.

Muchos compañeros parlamentarios europeos me trasladan con mucha frecuencia que añoran la etapa de prosperidad que los gobiernos del Partido Popular dieron a España y a Europa, junto con el esfuerzo de los españoles, y confían en que pronto los españoles sepamos elegir bien, para llegar más pronto que tarde a conformar la España que realmente Europa necesita.

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